26 mar 2012

LO QUE DARÍA

FOTO: ELENA PERALTA
Aquí soy la estatua glacial que nunca llora.

Insolencia que se atreve a invocarte
en el cántico herido del cerrojo
y, en silencio, comulga
con la liturgia grave del sonido.

Vivo en este rincón, apenas,
de la libertad que me infunde
imaginar el calor de tus labios. Tatúan,
a fuego, una amnesia incolora,
en el rastro de algún beso de olvido.

Despliegas en mi almohada
arcoiris de flores,
cuando de mi cuerpo llueve
un grito desgarrado que ocupa
el trino de los pájaros.

Lo que daría...
por ver contigo como cae la nieve,
pasear juntos por el parque,
acariciar la corteza rugosa de los árboles
y después conquistar tu calor
debajo del abrigo.

Amoldar mi cuerpo
al hueco de tus manos,
mirar tus ojos limpios,
saborear las fresas de tu risa.

Lo que daría...
por no tener que guardarte
en mi caja de olvidos
que rebosa recuerdos gastados,
sin saber cuando volveré a verte;
por ver ahora
esa mirada pícara
que desborda el cáliz del deseo.

Lo que daría...
por despertar del sueño del silencio,
retroceder el tiempo, colgarme
sólo del Ángel que posee
el don de lo sereno
y, con sus alas blancas,
clausura la cesta
de donde emerge el áspid.

Lo que daría...
por no tener que recordar lo que ya fue,
eso que, a veces, pienso que será,
aquello de lo que me arrepiento
y aún no ha sido...

11 mar 2012

RECITAL HOMENAJE A LAS MUJERES DEL PICARRAL (9 MARZO 2012)


  • Carmen Aliaga con Alejandra Pizarnik
    Eusebio Aguilera con Emilia Pardo Bazán
    Carmen Guíu con Gabriela Mistral
    M. Pilar Morte con Rosalí­a de Castro
    Anaís Pérez Layed con Olga Orozco
    Chema Sanz con Ángela Figuera
    Amparo Sanz Abenia con Sor Juana Inés de la Cruz
    Asunción Mínguez con Juana de Ibarbourou
    Ricardo Fernández Moyano con Gloria Fuertes

    Se cerró el acto con la lectura de poemas de las poetas participantes. 
    Acompañamiento musical: José Casabona (guitarra)
    Intervención Musical: Jonathan I. Sánchez  (piano)

    Aquí os dejo la reseña del acto que ha elaborado Ricardo Fernandez Moyano.


5 mar 2012

EL GRITO


El miedo trepa  a la azotea,
se instala y aterriza,
te arrastra con sus alas
a un viaje de servil conformismo
que prostituye.

Después te encierra en la prisión
de la que nadie puede rescatarte y,
a oscuras, buscas claves extrañas,
en el códice de tu nombre
y sólo encuentras, también allí,
el fuego que consume la carne.

Un daño lacerante en la garganta
se queja en la ventana abierta
mientras un revuelo de pájaros
transciende el grito del tomillo.