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| Foto Anaís P. Layed: Saint-Paul- les-Dax |
No quiero que nos disuelva
el arcoiris del olvido.
Duermen las palomas
encadenadas a los prejuicios
que, agazapados, vigilan
detrás de nuestros párpados.
En el pozo negro de mis pupilas
te guardo un paraíso inadvertido,
explora tú mi ruta de la seda
que yo buscaré en tu cuerpo
las especias picantes.
Me dibujarás
la sonrisa más bella,
la sonrisa más bella,
y yo,
encenderé al instante
el fuego de tus ojos.
Juntos derribaremos
para todas las vidas,
las puertas del abismo prohibido.
2 comentarios:
Preciosa poesía.He entrado aquí por casualidad, y, te visitaré tranquilamente más ves.
Un abrazo de una mañica.
Coincido con Irene: un poema muy bello.
Un abrazo
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