Como una travesura
deshacen los renglones
de un absurdo fractal.
Comienza el otoño
con su iniciática ceremoniade lagrimas oxidadas.
La carcajada del viento,
incisiva, cabalga los sentidos.
Y en los bosques sangrantes
duermen agotadas
infancias que escaparon
de un tiempo
en el que huyeron despavoridas.