Como una travesura
deshacen los renglones
de un absurdo fractal.
Comienza el otoño
con su iniciática ceremoniade lagrimas oxidadas.
La carcajada del viento,
incisiva, cabalga los sentidos.
Y en los bosques sangrantes
duermen agotadas
infancias que escaparon
de un tiempo
en el que huyeron despavoridas.
4 comentarios:
Qué bonita estampa del otoño que igual ya añoramos. La imagen del viento me ha encantado.
Ana,-
Gracias, Ana, yo apenas comento nada vuestro, no es que no los lea, es que ahora apenas tengo tiempo, disculpadme que no entre vuestros blog ni ponga comentarios. Ya hablaremos...
Un fuerte abrazo
Muy bien, me ha gustado mucho ese final Anaís. Enhorabuena.
Gracias, Marcos, te mando un saludo desde mi laberinto...
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