Inés Ramón |
Insignificación
El rojo interrogar del alarido
atraviesa
las comisuras del no.
Vértigo
exilio
sed
lanza
que se hunde
en el callar más intimo.
A veces empuñando su ira
se combate a si mismo
se deshace
se anonada
se hunde de huellas en lo mudo
soporta el peso
de su infinita errancia.
Y cree conquistar el sinsentido
palpitante aún,
húmedo de revelación.
Páramo
El páramo me arena la mirada.
Me sedifíca la voz
me desnombra el tiempo.
El páramo retumba.
Me enquista el sol entre las cejas,
socava mis pasos de niebla trashumante.
Me asedia.
En ráfagas de espinas me anestesia el grito,
me invade huracanado las arterias.
Convierte pétalos
en territorio de cenizas.
Me desierta.
3 comentarios:
Querida Anaís, gracias por la generosidad de darme este espacio en tu magnífico blog ( que visito frecuentemente, aunque no deje huellas).
Un abrazo enorme
Inés
Para mi es un placer Inés, publicar poemas de tanta calidad, realmente tu poesía me encanta y me parece muy buena, me llega.
Un abrazo
Sigue escribiendo Inés, tu poesía, siempre buenísima, nos hace compartir contigo otros mundos que nos enriquece. Te beso fuerte, amiga.
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